A la hora de utilizar cualquier puré, recuerda batir muy bien con los aceites para que se integre. Si no se integra se quedarán tropezones que se pudrirán.
El uso del jugo de calabaza en sustitución del agua total de la lejía, da un tono amarillo “pollo”.
Utilizando una lejía al 50% aprox. y añadiendo el resto del agua como jugo de calabaza a la traza, el color obtenido es un color amarillo más chillón e intenso.
Ten en cuenta que los colores que obtendrás dependerán también de la base de aceites que utilices y, de la calidad de tu calabaza.
El color de la calabaza se mantiene estable, llegando a oscurecerse un pelín nada más, en un mes.